LA PAZ TAMBIÉN ES CON EL EJÉRCITO DE LIBERACIÓN NACIONAL -ELN-

Presentación

La Cumbre Nacional de Mujeres y Paz está conformada por la Alianza Iniciativa de Mujeres por la Paz -IMP-, Asociación Nacional de Mujeres Campesinas, Negras e Indígenas de Colombia -ANMUCIC-, Casa de la Mujer, Colectivo de Pensamiento y Acción “Mujeres Paz y Seguridad”, Conferencia Nacional de Organizaciones Afrocolombianas -CNOA-, Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad -LIMPAL-, Mujeres por la Paz y Ruta Pacífica de las Mujeres.

Es un espacio autónomo con presencia en 26 departamentos donde participan más de 1.500 procesos organizativos de mujeres, de organizaciones mixtas, étnicas, campesinas, indígenas, afro-descendientes, estudiantiles y juveniles de todo el país, que desarrollan procesos regionales y locales propios, y como alianza, orienta su accionar estratégico en torno a 4 objetivos:

  1. Constituirse en colectivo social con poder político para actuar y decidir en la construcción de la paz con justicia social;
  2. Ser pactantes en todos los procesos de paz que se lleven a cabo en el país entre el Gobierno Nacional y grupos alzados en armas;
  3. Incidir en La Mesa de Conversaciones de fin del conflicto;
  4. Incidir en los mecanismos de participación que se deriven de lo pactado entre las partes, así como en la refrendación, verificación e implementación del Acuerdo Final, teniendo en cuenta lo incluido en él, relacionado con los derechos de las mujeres desde sus diversas identidades

La Cumbre Nacional de Mujeres y Paz saluda el Cese Bilateral al Fuego entre el Gobierno Nacional y el Ejército de Liberación Nacional-ELN. Reafirma su participación en el proceso de Diálogo para la Paz a fin de incentivar y garantizar los derechos de las mujeres en sus diversidades étnicas, sexuales, políticas, religiosas, entre otras.

Entendiendo que el punto de partida de la Mesa de diálogo entre el gobierno y el ELN es la “Participación de la Sociedad en la Construcción de la Paz”, reiteramos que esta participación será: a) En función de iniciativas y propuestas que hagan viable la paz, en el curso y contexto de este proceso; b) Sobre los temas de la agenda; c) Un ejercicio dinámico y activo, incluyente y pluralista, que permita construir una visión común de paz que propicie las transformaciones para la nación y las regiones.

En este sentido, nuestra participación se orienta al respaldo a la Mesa de diálogos e insta a las partes a reconocer el acumulado político de las mujeres en todo el proceso de negociación, y recomienda se recojan de manera participativa, las propuestas en defensa de los derechos humanos de las mujeres y la construcción de paz desde los territorios. La paz es necesaria para afianzar y radicalizar la democracia, para garantizar la participación y representación activa de las mujeres y el goce efectivo de sus derechos.

Mecanismos y formas de participación de las mujeres en el proceso de conversaciones

Propósito

Formular participativamente una estrategia nacional desde los territorios, para incentivar y garantizar la participación de las mujeres en sus diversidades étnicas, sexuales, políticas y religiosas para la construcción y concertación de una agenda global mínima compartida, que aporte a los puntos de la agenda de la Mesa de Diálogos para la Paz y contribuya al logro de las transformaciones de las mujeres que la sociedad colombiana requiere.

Mecanismos

  1. Se garantice la participación directa y representativa de las mujeres y su interlocución con otros grupos poblacionales y plataformas de mujeres en lo nacional y territorial. Nuestra participación va más allá de vindicar cuotas o acciones afirmativas o de exigir el cumplimiento por parte del Estado de sus responsabilidades en materia de los derechos humanos de las mujeres.
  2. Se requiere un diálogo abierto y democrático con las mujeres y las diversas organizaciones sociales e introducir mecanismos para la participación de las diferentes expresiones de mujeres en los encuentros regionales y nacionales, los cuales deben contribuir a la construcción de sociedades pluralistas, incluyentes y justas.
  3. Se deben establecer garantías para la participación de las mujeres en el proceso de incidencia de los Diálogos para la Paz -antes, durante y después del proceso de la firma-, en particular de quienes están en situación de riesgo por amenazas contra sus vidas, tal es el caso de las lideresas de las comunidades rurales y grupos étnicos.
  4. Asegurar la participación abierta a las mujeres, organizaciones y grupos, sin ningún status especial atribuido a cualquier organización, inclusive las partidarias, comunitarias o mixtas desde lo territorial a lo nacional, de tal manera que se rompa con las ancestrales hegemonías patriarcales, politiqueras y el centralismo presente en la sociedad colombiana.
  5. Combinar la democracia participativa y representativa, cuya dinámica posibilite a las participantes la definición de las reglas internas. No sobrevalorar la participación en tanto que su simple ejercicio no subsana los déficits de la democracia colombiana.
  6. La paridad en todos los instrumentos y mecanismos que se pacten en el proceso de Diálogos para la Paz y en el Acuerdo al cual lleguen las partes, como una forma de radicalizar dichos Acuerdos y contribuir a la paz territorial.
  7. Incentivar y garantizar la participación de las mujeres con el objetivo de influir directamente en las decisiones que se tomen en la Mesa de Diálogos y crear mecanismos para el control de las mismas.
  8. La participación de las mujeres y nuestras agendas van dirigidas a transformar situaciones de opresión como la explotación no solo económica sino la explotación sexual afectiva, la marginación, la carencia de poder, el imperialismo cultural y la violencia que a diario vivimos.

Instancias a crear:

  1. Se cree una sub-comisión de la sociedad civil (de diálogo y consulta) a objeto de proponer un mecanismo que revise la agenda pactada de cómo van a ir los derechos de las mujeres y la paridad, en la cual se garantice la participación de mujeres afrodescendientes, indígenas, jóvenes, campesinas, lesbianas, urbanas, mujeres de las iglesias, de partidos políticos y, de ser posible, empresarias.
  1. Crear una instancia en la Mesa de Diálogo para la Paz, responsable del enfoque de los derechos de las mujeres y del enfoque de género que contribuya con la revisión de las propuestas de las mujeres en sus múltiples diversidades, en todos los puntos de la agenda.

Tiempo de la propuesta: 5 meses (Enero a Mayo de 2018).

Nuestra experiencia en el proceso de paz entre el Gobierno y las FARC-EP[1] con apoyo de la cooperación internacional

La Cumbre surge en el 2013 en el contexto de las negociaciones de paz entre el gobierno nacional y las FARC-EP, en razón de la no inclusión de las mujeres como sujetos de derecho en los siguientes puntos de la agenda: Desarrollo rural y participación política. Esto suscitó la promoción de este espacio de concertación para incidir en la Mesa de Diálogo entre el gobierno y las FARC-EP e impulsar la participación de las mujeres colombianas en el proceso de discusión y elaboración de propuestas para ser presentadas a la Mesa. Con este propósito, se realizaron dos Cumbres Nacionales de Mujeres y Paz, la primera en octubre de 2013 y la segunda en septiembre de 2016, con la participación de 1000 mujeres de diferentes territorios, procesos organizativos y diversidades étnicas, religiosas, sexuales y políticas.

La 1ª Cumbre Nacional de Mujeres y Paz tuvo los siguientes propósitos: 1) Respaldar el proceso de paz y exigir a las partes no levantarse de la Mesa hasta no llegar a un acuerdo; 2) Insistir en que el proceso debía contar con la presencia y participación de las mujeres en todas las etapas y mecanismos de discusión, consulta y redacción en la Mesa de Conversaciones bajo el lema: «Las mujeres queremos ser pactantes y no pactadas»; 3) Incluir en la agenda de las conversaciones las necesidades, intereses y afectaciones del conflicto en la vida de las mujeres.

Los resultados de esta Cumbre fueron: a) El nombramiento de 2 plenipotenciarias en el equipo de negociación, por parte del gobierno; b) La creación de una subcomisión de género con mandato para revisar los Acuerdos; c) La inclusión de medidas específicas para las mujeres en los puntos del Acuerdo Final, con aportes otras organizaciones: d) Fortalecimiento procesos organizativos y participativos desde las regiones a nivel nacional.

La 2ª Cumbre Nacional de Mujeres y Paz tuvo los siguientes propósitos: 1) Contribuir a un análisis y pedagogía sustantiva de los puntos acordados en La Habana; 2) Reflexionar sobre una hoja de ruta sobre el rol de las mujeres en la implementación del Acuerdo Final. Como resultados, se cuenta con recomendaciones, retos, oportunidades y orientaciones para la incidencia de las mujeres, de cara a la implementación del Acuerdo Final y un manifiesto político[2] según el cual: “es mandato de las mujeres para una paz estable y duradera que el Gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional-ELN y otros grupos insurgentes avancen en los diálogos de Paz y lleguen a un acuerdo definitivo que contribuya al buen vivir del pueblo colombiano”.

[1] Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- Ejército del Pueblo

[2] Ver: http://www.mesadegenerocolombia.org/documentos-publicaciones/derechos-de-las-mujeres/manifiesto-politico-las-mujeres-vamos-por-la-paz